LAWCARP

Bienvenidos a mi rincón del carpfishing, lugar de rebeldia que tiene como destino mostrar la desconexión absoluta del mundo real. Integrados en la naturaleza de la que formamos parte ( hoy en día parece que nadie se acuerda) reivindico mediante el carpfishing mi lugar en ella. Porque las carpas no mienten ni hacen trampa, no pueden ser sobornadas con el dinero ni impresionadas con el poder y responden únicamente a la humildad, la quietud y la infinita paciencia.







lunes, 29 de agosto de 2011

SPINNING DE VERANO



Con la llegada del sofocante calor de verano y tras haber sufrido bastantes sesiones bajo el Sol del estío, sabia que la actividad de las carpas se reducía en su mayoría a las horas de nocturnidad y ya que otra de mis especies favoritas es el lucio y el bass, decidí colgar momentáneamente mis cañas de carp y dedicarme en hacer incursiones tras el exos.
Como iba a pasar una semana de vacaciones en tierras extremeñas, decidí coger mis señuelos de lucio y mi pequeña barca hinchable, donde probaría  suerte en algunas masas de agua que tiene esta tierra, dónde  albergan ejemplares de ensueño de esta y otras especies.
Algunos pensareis que estoy loco por intentar pescar lucios en pleno mes de agosto con 37  º centígrados a la sombra, qué esta especie solo es de invierno .Me gustaría desmentir esta leyenda, él lucio esta activo en esta época del año, pero  hay que buscarlo en aguas frescas y oxigenadas, cerca  de sus fuentes de alimento.

El problema radia en que para el pescador de orilla a veces le es difícil llegar a estas zonas, otro problema que conlleva la pesca de este magnifico pez, es que con las aguas caldosas y poco oxigenadas de la superficie, el lucio se vuelve muy frágil, sobretodo  los ejemplares con algo de porte. Esto añadido a una incorrecta manipulación o el tener al animal fuera del agua mas del tiempo necesario (1-2 min.),es prácticamente seguro que demos con la muerte del animal. Algo inconcebible si somos acérrimos a la pesca deportiva y al captura y suelta.
Lo primero y como en todo la LOCALIZACION: Decidí empezar a buscarlos en una zona de unos 15 metros de profundidad máxima, donde  la termoclina se situara entre los 7 y 9 metros aproximadamente, donde los bancos de peces presa se situaran al frescor y cobijo de las caldosas aguas superficiales.
Encontré una zona en el pantano donde se alternaban zonas de playas con profundidad media de unos 5 metros y unos cortados próximos donde esta bajaba a los 15 metros según mi sonda ,en ella se marcaban a mitad de las aguas grupos de peces.


Tengo que decir, que en este pantano viven alburnos además de otras especies que le sirven de alimento, con lo que si éstos estaban por la zona, nuestros amigos tampoco andarían muy alejados.
Decidí empezar con señuelos que profundizasen rápidamente, para poder batir las aguas mas profundas en poco tiempo. Al principio gaste tiempo en estas zonas sin resultado, lo cual me obligo a pesca en menos profundidad.

Al poco tiempo de prospectar otras zonas, empece a conseguir mis primeras picadas, encontrando  el mayor número de estas a unos 10 metros de profundidad, justo  por debajo de los bancos de peces que marcaba mi sonda. En pocas horas conseguí bastantes capturas de tamaño medio.

Parecía irreal  sacar tanto lucio con aquel Sol de justicia, pero allí estaban dándose un atracón y placando mis señuelos con una fuerza increíble, Tras aquel día volví a repetir algunas tardes más, junto   con algunos amigos, donde se repitieron los resultados, capturando entre lucio y lucio algún Bass de tamaño aceptable.
Desafortunadamente no conseguí ningún ejemplar de dos dígitos, pero  tengo que reconocer que tuve algún ejemplar que se escapo donde la pelea fue muy dura, pero como se dice los grandes siempre se sueltan.

Allí los dejé ,a la espera de otro pescador que los tiente, al que no le de miedo el Sol abrasador y las mandíbulas de este poderoso animal.

  Artículo realizado por: Miguel García  Báez

miércoles, 24 de agosto de 2011

FILOSOFIA DEL CARPFISHING

Hoy en día, la pesca moderna de ciprínidos tiene un gran número de seguidores que cubren la geografía española en su totalidad. Hace años, eran pocos los aficionados y resultaba extraño, casi “marciano”, el poder ver un trípode con alarmas a orillas de un embalse con todos los complementos de carpfishing. Las tiendas de campaña, los boilies, barca o barco radio-control, bedchairs y todos los demás complementos de esta modalidad.

No será la primera vez, que la propia Guardia Civil o los propios guardas de los respectivos escenarios de pesca, se sorprenden al ver tal parafernalia montada, el cuidado con el que se tratan las capturas y su consecuente puesta en libertad, después de fotografiarlas. Terminaban observándote con mayor curiosidad y respeto del que traían a su llegada al puesto y se despedían tranquilos, seguros de que esos “carpistas modernos”, no ensuciarían, no harían fuego, devolverían las capturas a las que aplicaban antisépticos en las heridas y que en definitiva, cuidarían y respetarían el medio del que disfrutaban. Todo esto, sabiendo que estarían varios días pescando acampados en aquel lugar, pero la mayoría de las veces y ante tal espectáculo, te dejaban tranquilo por simple desconocimiento de la normativa de pesca y en definitiva, por resultar inofensivo para el medio ambiente.

Y resulta que la modalidad de Carpfishing tiene una esencia, una filosofía interna, algo de lo que muchos carpistas europeos han hecho su forma de vida, el “selft” del carpfishing.

 Puede que estemos hablando de un punto obsesivo y extremista, pero resulta que en el fondo y en la forma, esos son los auténticos pescadores, incluso podría aplicarse de forma genérica a todas las modalidades de pesca. Un amante de la pesca se encuentra en su vida cotidiana; trabajo, esfuerzo, sacrificio, compromisos de todo tipo, pero en selft existe algo que le da fuerzas y entre muchas otras cosas hemos de reconocer que es la pasión por la pesca. Esa desconexión total con el mundo real, sencillamente algo propio, que nadie puede alterar ni arrebatar, resulta así de sencillo. Hablamos ya no de una afición, si no de una droga que solo unos pocos conocemos, y digo unos pocos porque menos mal que la pesca tiene este número de aficionados, no querría saber que sucedería, si los aficionados al fútbol se sumasen al mundo de la pesca, sería el fin.

Actualmente hemos dado pasos de gigante, y las concentraciones y competiciones de carpfishing se encuentran a la orden del día. Algo por lo que luchábamos hace unos años, es hoy una realidad. Algo que nos permite la expansión y el reconocimiento del carpfishing, incluso algún intento de “lago privado” y la legalización de la pesca nocturna en algún embalse, de forma controlada. Pero todo avance evoca unas consecuencias y personalmente creo que no son muy positivas. El lobo solitario o el pequeño grupo de carpistas que antes disfrutaba de la pura esencia del carpfishing, ha desembocado en algunos casos, en populares competiciones plagadas de carpistas, en donde la esencia se pierde y la competitividad, el interés material y las ganas de protagonismo surgen por doquier.

En una modalidad como es el carpfihing, existen esos principios mencionados anteriormente, pero resulta que hoy en día están cambiando las cosas.

 El número de aficionados ha crecido de manera desorbitada y ahora parece que todo el mundo tiene un trípode con alarmas y que todo el que lo tiene, practica el carpfishing. Desde estas líneas quiero aclarar, que no es lo mismo el carpista que cuida y respeta el medio del que goza, practicando el captura y suelta y pasando desapercibido, de aquellos que realizan abusos a orillas de los pantanos, sin practicar el captura y suelta, haciendo fuego, tomándose el carpfishing como una mera excusa para montarse una fiesta y demás errores que evocan en la degradación de esta modalidad.

La consecuencia como bien se pueden imaginar, es que pagan justos por pecadores, y  la admiración que antes se llevaba el que visitaba  el puesto de pesca, ha desembocado en sanciones administrativas por doquier y una imagen del carpista moderno en algunas ocasiones, nada agradable.


Por lo expuesto en estas líneas, no se olviden la próxima vez que acudan a orillas de un embalse, de que hay carpista y carperos, al igual que pescadores y pescaderos. Que la verdadera pasión y afición residen en el “selft” y nuestra modalidad de pesca se merece el respeto y la admiración, porque sencillamente, resulta ser algo atávico, maravilloso e indescriptible.

Artículo realizado por: Eduardo Zancada

viernes, 5 de agosto de 2011

CALUROSO AGOSTO



En estas fechas podemos delimitar otra etapa diferente en la pesca de la carpa, esto conlleva tener que cambiar en muchas ocasiones la forma de afrontar nuestras jornadas de pesca ( puestos de pesca, cebado, profundidad y cebos alternativos).Los meses de julio y agosto no me resultan atractivos de forma personal, si bien, al tener algo de tiempo para el carpfishing, intento adaptarme a la situación que me presenta el medio natural.
Los días se alargan y las noches se acortan en un mundo subacuático donde el alimento natural abunda y la actividad de los peces se refleja en la superficie de las aguas.



-Puestos de pesca:

  El  primer factor a tener en cuenta, será una correcta elección del puesto. Gracias a las temperaturas existentes, la carpa se encuentra con una actividad más que aceptable a través de la que podremos identificar sus recorridos, zonas de descanso y comederos habituales. Una buena forma de localizarlas será ayudarse de prismáticos y templanza en los amaneceres y atardeceres, obteniendo datos bastante precisos de las zonas calientes (por medio de sus burbujeos y saltos). Otra opción sería el uso de una sonda que nos muestre el tablero de ajedrez que hay bajo el agua y sus respectivos peces, pero la forma de localización anteriormente citada suele ser nuestra preferida, sin olvidar que es la más natural y en donde nuestro reto personal con los grandes ejemplares comienza de una forma equilibrada y sin ventajas por parte de ninguno de los dos adversarios.

Una vez localizados escogeremos un puesto de pesca que nos permita cobrar las piezas con comodidad en la medida de lo posible y con un fondo que no atente contra nuestros aparejos. Si estos objetivos no son posibles debido a las características de la zona de pesca, deberemos adaptarnos a la situación como carpistas, disfrutando de la complejidad de las circunstancias y aplicando la estrategia correcta de cebado y montajes a la zona escogida.
Las zonas de embalses y lagos que ofrezcan a las carpas unos grados menos de temperatura, como las sombras de los viaductos o presas, serán puntos calientes en las horas centrales del día, donde el sol se encuentra en pleno apogeo. Por la misma razón, los escenarios con frondosa vegetación o grandes piedras, realizarán el mismo papel de cobijo, sumándose a esto la presencia de alimento natural existente en tales zonas.

-Diversidad en el cebado:

No hay que olvidar que la situación se complica en la selección de los grandes ejemplares en estas fechas. Los pequeños también presentan una gran actividad y habrá que tenerlos en cuenta a la hora de afrontar nuestra sesión de pesca. Un factor determinante en la selección de las grandes carpas, será el uso de cebos de gran tamaño. Nosotros siempre tenemos preparada una caña con un boilie de unos 35mm y a ser posible, un poco apartada del cebadero para tentar al viejo ejemplar desconfiado.

Una posibilidad para la selección de los grandes, será cebar la zona de pesca semanas antes con grandes cantidades de semillas (maíz, cañamón, trigo), de esta forma entrarán

los peces de pequeño tamaño al puesto. El segundo paso será incluir en el cebadero una generosa cantidad de boilies de 20 y 35mm, reduciendo vertiginosamente la cantidad de semillas en la segunda semana de cebado e introduciendo algunas chufas (que solo podrán triturar los grandes peces). El objetivo de esta estrategia, se simplifica en que los pequeños se sacien y atraigan a los grandes, una vez llegados estos, encontrarán los boilies de 35mm y las chufas que las pequeñas piezas no pudieron comer. Si la naturaleza sigue su curso normal, deberían quedar en nuestro puesto los grandes ejemplares a principios de la tercera semana, en donde podremos comenzar nuestra jornada con probabilidades de éxito, siempre que mantengamos el cebado con boilies que seleccionen el tamaño.
Esta idea que nosotros hemos llevado a cabo en más de una ocasión con éxito, variará dependiendo de las características de la masa de agua en la que nos encontremos y por supuesto de la diversidad de tamaños de peces que habiten en ella.



Determinados pescadores, dejan de lado el uso de las semillas (que atraen a las pequeñas piezas) y prefieren centrarse exclusivamente en el uso de boilies, chufas y grandes habas cocidas para lanzarse directamente a por las grandes piezas. Es otra posibilidad que se puede aplicar, pero a nuestro parecer se desestima la utilidad que tiene, el usar a las pequeñas carpas como alboroto y señal de alimento que atraerá a las grandes carpas.

-Profundidad y temperatura:

Este es un tema un tanto complejo ya que no hay nada prefijado por unas leyes del mundo del carpfishing que nos indiquen unas costumbres fijas por parte de las carpas. La profundidad y la temperatura son dos cuestiones importantes que van unidas y no podremos pasar de largo, teniendo en cuenta y de forma paralela en algunas situaciones también, la presión atmosférica.
Si es cierto que existe una costumbre en muchas ocasiones y conforme va aumentando la temperatura en estas fechas, a que se desplacen a lugares medianamente profundos durante el día y patrullen las orillas por la noche, en busca de comida. Me gustaría recordar la idea de que no existen reglas fijas porque no hay nada demostrado con un apoyo científico que nos diga que “eso no pasará”. Como ejemplo de este tema tan complejo para unos e inexistente para otros, puedo recordar una jornada de pesca invernal bajo 0º en la que mi amigo Toño capturó una bonita carpa común a un metro de profundidad, alterando este hecho, la idea general en el carpfishing de que las carpas en el crudo invierno se encuentran aletargadas en las profundidades y casi completamente inactivas, incluso se suele decir que se entierran en el fango en estos periodos de inactividad. Puede que esas normas de la costumbre de la carpa en invierno sean ciertas (tema que trataremos en otros artículos) pero en la situación mencionada creo que no fue así. 

En el mes de junio, en donde el calor no es de momento sofocante en algunos lugares de la geografía española, una profundidad intermedia entre los 5 y 8 metros, será una elección polivalente para tentar a los peces, teniendo en cuenta que en las horas nocturnas aumenta su predilección por alimentarse cerca de las orillas y con el calor del día, prefieren retirarse a terrenos más pronunciados.



-Presión atmosférica
Por último, el tercer factor que afecta de forma paralela a la profundidad y la temperatura, es la presión atmosférica.
 Este elemento es más abstracto que los anteriores y por lo general, mientras no se den condiciones extremas de alta presión atmosférica, nuestras jornadas deberían ofrecernos resultados medianamente exitosos, dependiendo de la variación de los puntos anteriores que hemos tratado en este artículo. Por el contrario, unas bajas presiones atmosféricas en fechas veraniegas, suelen suponer un regalo  para el pescador de carpas que se encuentre en esos momentos en acción de pesca.


-La constancia en el cebado:
Hace unos años, mantuve una charla con un carpista extremeño, sobre la efectividad de las chufas para la captura de grandes carpas. Me comentaba que estaba convencido por completo de la efectividad de estos tubérculos, ya que había comprobado como los grandes ejemplares los buscaban incesantemente en su puesto de pesca. Su conclusión se simplificaba en que había renegado del uso de los boilies porque las chufas le aportaban mejores resultados que estos y conseguía piezas de mayor tamaño. Al final de la charla y como conclusión personal, deduje que su éxito con el citado tubérculo, no se basaba simplemente en la eficacia de este, más bien se trataba de que llevaba sin moverse del puesto de pesca cerca de un año, cebando semanalmente la zona con chufas. Como consecuencia de esa constancia en el cebado, había conseguido con el tiempo llamar la atención de los grandes ejemplares que a su vez habían expulsado de la zona a los de menor porte, consiguiendo un puesto de pesca paradisíaco del que poder disfrutar gracias a una laboriosa constancia en el cebado y que sin darse cuenta, era la culpable de tal reluciente éxito.
Podemos atribuir a las chufas, determinadas propiedades beneficiosas para la pesca de la carpa, pero se debe saber que un uso abusivo de estos tubérculos pueden provocar daños renales en las carpas si se utilizan de forma abusiva, sobre todo en fechas invernales.
Como conclusión, habrá que saber conjugar los factores nombrados en este artículo para poder obtener el éxito, mediante su localización, una correcta estrategia de cebado y un aparejo que presente un cebo adecuado para conseguir un gran ejemplar en estas fechas calurosas.





Artículo realizado por: Eduardo Zancada