EL DÍA DEL JUICIO FINAL

Reconozco que me gustaría centrar mi atención en algo concreto de carpfishing que es lo que  más nos apasiona. Pero creo que debemos ser solidarios con el resto de compañeros de pesca y por supuesto especies, pues llegará el día en el que no tengamos nada que pescar.

No me queda más remedio que dedicar este pequeño artículo para declarar mi indignación y la de muchos pescadores de agua dulce.

Se trata pues, de la famosa aprobación del Real Decreto 1628/2011 de 14 de noviembre, por el que se regula el listado y catálogo español de especies exóticas invasoras.

Esta joya de la corona, ataca directamente al black-bass, lucioperca, lucio, siluro, carpa, carpín dorado y no conforme con eso, prohíbe ahora la repoblación de especies pescables tales como el hucho (salmón del Danubio), el salvelino y la trucha arco iris.

Según el RD 1628/2011 de 14 de noviembre, se consideran especies exóticas que constituyen la principal causa de pérdida de la biodiversidad, pueden producir daños a la salud pública y son de especial peligrosidad por su carácter potencialmente invasor.

Me quedo sin palabras señores, se lleva años trabajando en pos de la regulación, privatización y legalización del carpfishing y ahora están perjudicando las modalidades altivas y gloriosas, las más respetables desde siempre y que supuestamente interesaban a la Administración por la consecuente recaudación.

Estoy de acuerdo en que se trata de especies exóticas, pero no sé de qué pretenderán que disfrutemos en el futuro, o mejor dicho, ¿dónde están las autóctonas?.

Se está estudiando la posibilidad de repoblar con trucha “autóctona”, aunque supongo que a toda lógica los presupuestos se disparan y resulta ridículo. La situación de los cotos trucheros resulta alarmante, pudiendo decir que muchos están paralizados, siendo el fin de los intensivos entre muchos otros mientras no cambie esta situación.

 Los aficionados al lucio y black bass, se puede decir que siguen igual de perjudicados, y se les mira como amantes de peces con un gran  potencial de peligrosidad, o tiburones de agua dulce (ridículo) y yo me pregunto, ¿cuál es el futuro de este deporte?, el tiempo nos lo dirá.

Ejemplos como el coto intensivo de pesca de la localidad de Mózar de Valverde, único por sus características en Zamora y que expide al año más 35.000 permisos, no funcionará esta temporada.

La Junta de Castilla y León anunció, que impugnará su aplicación en la región (o al menos lo intentará).

Uno de los ejemplares más cotizados como es el hucho, desaparece provisionalmente como especie pescable en Castilla y León, que es tanto como decir en España, ya que esta especie se adaptó únicamente en el río Tormes, de todo el territorio nacional.

También se apartan, por lo menos en esta temporada de pesca que comienza en el tercer domingo de marzo (Sur de la región), todos los cotos intensivos de trucha arco iris de Castilla y León y el de Cinco Lagunas, Ávila, destinado a la pesca del salvelino.

La crispación está servida y la marea de recursos contra el Real Decreto ya está en marcha. La propia Junta de Castilla y León presentará alegaciones contra el Real Decreto para poder dejarlo sin efecto y emitir, aunque sea ya iniciada la temporada, los permisos de hucho, trucha arco iris y salvelino.Nosotros como carpistas “parece que no tenemos tanto problema”, pues ocupamos el humilde lugar de dedicarnos a una especie alóctona, o debería decir despreciada, desde hace mucho. Soñando con la privatización, control y cuidado de nuestra modalidad, seguimos a la cola de Europa. Perplejos ante acontecimientos como estos, emergidos desde Ministerios por no sé quien, podemos estar seguros de que habrá que seguir escondiéndose entre las espadañas, en las frías noches de luna llena y en busca de esa bonita picada.

Os dejo con la joya de la corona, para el que tenga interés, curiosidad y verdaderamente se preocupe por nuestro futuro, creo que sobran las palabras.

http://www.boe.es/boe/dias/2011/12/12/pdfs/BOE-A-2011-19398.pdf

Artículo realizado por: Eduardo Zancada

                           NUNCA MÁS



Rondaba el año 1993, por aquel entonces tenía once años y recuerdo que me daban mil pesetillas mensuales, las cuales invertía entre veletas, plomos y algunos anzuelos, no daban para mucho  pero era lo que había. Fue en Agosto de ese mismo año cuando decidí gastarme (no sin gran esfuerzo), la mitad de mi paga en mi primera revista de pesca.

 


 

 
 

A partir de ese momento, empecé a coleccionarlas mes a mes hasta el día de hoy, teniendo ya acumuladas, más de doscientas .Las considero mi gran atlas de pesca y raro es el día que no consulte alguna en busca de información. Alguno imaginará que estoy loco por conservarlas aún, pero el que lo piense no sabe la cantidad de información que hay en cada una de ellas, en forma de fotos de embalses vacíos cuando hubo sequías, artículos sobre costumbres de peces o técnicas de pesca por citar algunas de ellas.
La mente humana es limitada y volver a leer un artículo, nos puede ayudar a recordar algunas pautas olvidadas, que a la hora de usarlas en la orilla del pantano, pueden dar con la diferencia de volver a casa con una sonrisa o con un bolo.

Hace poco mientras ojeaba algunas de las mas antiguas, veía con cierta melancolía la cantidad de grandes peces que se sacaban en aguas de nuestros embalses y ríos, teniendo como fin el ser exhibidos a las puertas de un bar, una plaza o en una casa en compañía de un grupo de personas. Aquellos afortunados pescadores, que posaban orgullosos con sus extraordinarias capturas, ignoraban que la muerte de esos peces, daría al traste con centenares de generaciones futuras. Esos pescadores anónimos, egoístamente acabaron con la posibilidad de que sus futuros hijos, sobrinos o nietos pudieran disfrutar igualmente de una captura de excepción  en un tiempo futuro.
El alma se me entristece cuando veo decenas de fotos que eran enviadas por pescadores de toda España, a la galería de las revistas. La cantidad de grandes lucios Entrepeña, Buendía, Vicario, río Tormes y Esla que murieron a manos de sus captores, o las enormes carpas de Santillana, Orellana y barbos del Guadiana muertos en un salón.

    



                    

Antes éramos nosotros los aniquiladores y ahora cuando hemos cambiado nuestra mentalidad, cuando parece que la idea conservacionista empieza a tomar color, la administración quiere acabar con lo que hemos luchado por mantener una minoría. Pienso que se deberían mantener las especies autóctonas y luchar por su conservación , pero sin tener que dar muerte a otras, que sin serlo llevan ya más de cincuenta años con nosotros y están aclimatadas perfectamente (lucios, blases, carpas, luciopercas.......)

Por poner un ejemplo, el río Manzanares a su paso por el pueblo que lleva su mismo nombre, tiene antes de desembocar en el Embalse de Santillana un pequeño muro que corta el río, con una altura de no mas de dos metros, todavía no he visto ningún lucio capaz de saltarlo para poder comerse las truchas que viven río arriba .¿No podrían tomar medidas parecidas en las cuencas del Norte?, la cantidad de gente que pagaría por poder pescar los lucios que sobran en los ríos trucheros de León y tentarlos en el Manzanares. (Seguro que más de uno piensa lo mismo que yo).

¿Y que pasará cuando no queden ni especies alóctonas ni autóctonas? Pretenden repoblar con truchas comunes de diez kilos a falta de lucios y blases, con tencas de quince kilos a falta de grandes carpas. ¿Abran pensado en la cantidad de dinero, que se invierte anualmente en material de pesca de según ellos especies alóctonas? ¿O las familias que viven de ello?
TODO LO SOLUCIONAMOS MATANDO Y EXTERMINANDO

Me gustaría volver atrás y utilizar estas líneas que se me ofrecen, para  agradecer a aquellos autores que escribían sus artículos en esas revistas pasadas, donde aparte de hablar de pesca se enseñaban valores como la conservación del medio ambiente, el trato al animal o el mantenimiento de las cuencas fluviales. Gracias  Sres. M. Bernardino, M. De Mingo, J.Eggers, P.Weigan y demás autores que contribuyeron en aquella causa. Gracias por enseñarnos una forma de vida diferente, donde la foto de peces muertos nunca llenarán nuestros álbumes de pesca.

Yo por mi parte continuo con vuestras enseñanzas, por que gracias a ellas, me gustaría creer que hoy estoy recibiendo lo que un día devolví a sus aguas.

     Articulo realizado por: MIGUEL GARCIA BAEZ