Artículo realizado por: Miguel García Báez
Una mañana a orillas del embalse, mi amigo Eduardo me comentó que ésta primavera pasada tuvo muy buenas experiencias pescando lucios, usando como señuelo un rapala. Concretamente el modelo DT 10 y que aparte de estas jornadas también le había funcionado con truchas de cotos intensivos y bases.
Esto me originó una duda del citado artificial, sobre si era realmente efectivo o no, así que me acerqué a mi tienda habitual de pesca y adquirí varios señuelos de este modelo, concretamente en los colores BLUEGILL, HOT MUSTAND, RED CRAWDAD, SHAD, SILVER y DARD CRAWDAD, con un peso de 1/2 Oz y 5,7cm de longitud.
Ya los tenía en mis manos, uno al observarlos puede apreciar su forma rechoncha casi esférica y que da la apariencia de un pequeño alevín, un bocado perfecto para un depredador con hambre, que le aporte las suficientes caloras sin tener que gastar mucho esfuerzo, este señuelo viene dotado de bolas en su interior que añaden ruido y vibración cuando el artificial es recogido. Tenían muy buena pinta para la función que les iba a dar con mis bases extremeños, solo faltaba ponerlos apunto en la orilla y ver que eran capaz de hacer.
Pasadas una semanas , pude acercarme al embalse, acompañado de mi chica haber si se estrenaba por primera vez con los bases y así la picaba en esta afición tan bonita que nos envuelve a muchos .Pusimos en cada caña uno de los DT que tenia en la caja y empezamos a barrer orilla , este rapala baja a una profundidad de 10 pies (3 mtrs aprox.), siendo su uso muy bueno desde barca lanzándolo a la orilla y recogiéndolo lentamente o a tirones los primeros metros y acelerándolo según va ganando profundidad. Pasada una hora había engañado algunos bases de peso medio, pero todavía Sara no se había estrenado.
Entramos en una zona de cortados donde la profundidad bajaba considerablemente, cambie entonces a mis pikies de storm, haber si engañaba algún lucio, dejándola a ella con los DT haber si lanzando al cortado conseguía algún Bass que estuviera apostado en la pared. Al tercer lance se estreno con su primer lucio. Vaya yo buscándolos a nueve metros de profundidad y le pica uno a dos, cosas de la pesca,
Unas fotos de rigor le siguieron para la posteridad y al agua, seguimos pescando y a unos cien metros pegado en un pequeño puntal, Sara me mojo la oreja aquella tarde con un Bass de un kilo setecientos, demostrando que el rapala DT funciona muy bien con los bases y los lucios.
La experiencia a posteriori a sido buena, siendo un señuelo fácil de lanzar en días de viento, gracias a que su peso compacto y su forma rechoncha hace que bases y lucios lo ataquen con confianza, es un señuelo económico, accesible a todos los bolsillos, pudiendo hacerse un hueco en todas las cajas de señuelos de cualquier pescador de lance que se precie.
Artículo realizado por: Miguel García Báez
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