Máximas ventajas
Hay pescadores que reservan un alto porcentaje de sus salidas de pesca para dos fechas, la explosión primaveral y el otoño. En las fechas otoñales, seremos testigos de que una gran actividad se da en todas las masas de agua, por lo tanto, nos veremos aliviados por el problema de tener que buscar las horas en las que se alimentan los peces. Nuestras carpas se dedican a buscar incesantemente esos cangrejos que les aportan un alto porcentaje proteínico, mejillones, larvas y demás alimentos que pueda su organismo transformar en grasas. Dentro de la época otoñal, podemos definir un momento en auge para las grandes piezas, dejando a un lado el hecho de que todo el otoño es una época caliente para obtener buenos resultados, suele destacar el mes de Noviembre. En este mes, las aguas han presenciado una considerable bajada de temperatura y los pequeños ejemplares han perdido gran parte de su actividad, los cangrejos parecen desaparecer en algunas masas de agua como por arte de magia y nos quedarán por lo tanto y en condiciones normales, unos 15 o 20 días en los que las grandes piezas aprovechan al máximo para hacer sus recorridos en busca de alimento, con actividad, menos alimento natural de fácil acceso y sin competencia de las pequeñas y molestas piezas.
Un otoño más largo
Si han leído con detenimiento, se habrá dado cuenta de que acabamos de describir la situación soñada por todo carpista, no podemos pedir más para que todo esté a nuestro favor. Obviamente esto es una generalización sobre la geografía española, siendo más precisa en la zona central ya que en territorios del sur como Extremadura, la cosa cambia y este proceso natural suele tener más retardo. En estas fechas, nosotros intentamos alargar la situación, comenzando nuestras sesiones de pesca en las zonas centrales como Castilla la Mancha y desplazándonos a zonas extremeñas según nos vamos adentrando en el invierno. Se trata, simplemente, de querer renegar, en parte, del crudo invierno e intentar quedarnos en una de las épocas de máximo esplendor, algo imposible que vemos escapar con tristeza mientras lo disfrutamos. Todo finalizará cuando las primeras heladas se hagan presentes y nuestras alarmas se sumerjan en un prolongado letargo, en busca y quizás, de una sola picada.
Boilies y pellets
En estas fechas, estamos probando los boilies de Marine Halibut de Dynamite Baits con excelentes resultados. Mantenemos el puesto con una mezcla de partículas de cañamón, maíz, trigo y chufa, sin olvidar los boilies de Marine Halibut que pretendemos distribuir a modo de golosinas, todo ello acompañado de un manto de micro pellets del mismo sabor. Junto a los montajes, insertamos potentes mayas de PVA bien remojadas en Dips y preparadas con distintos tipos de engodos que potencian la atracción como los Swim Stim Carp Amino Black y Betaine Green, mezclados con el nuevo predator liquid de Dynamite, resultando ser mallas explosivas que permanecen activas durante horas con su atracción. Actualmente estamos usando montajes inline y semifijos, acompañados de bajos en montaje D-rig, sin olvidar su respectiva micro anilla y termoretráctil para asegurar el ángulo de clavada. Solemos colocar en los hairs snowmans de Marine Halibut de 18mm, algo que aceptan bien al estar cebándose a pequeños diámetros de semillas y chufas. Personalmente creo que hay un elemento que no debemos olvidar, siendo las mallas de PVA las que algunas veces marcan la diferencia. El Metod Mix de Marine Halibut, resulta junto con los micropellets, un complemento perfecto en las mallas de pva, para presentar un aparejo limpio y atractivo en el fondo. Este sabor que estamos probando, nos está dando muy buenos resultados en las fechas otoñales. Nadie duda de la eficacia del Halibut ya que años de carp lo demuestran, pero es en estas fechas y antes de que se enfríen las aguas, cuando mejor se diluyen sus esencias con el fin de atraer a los grandes ejemplares.
Cebaderos generosos
No es que sea una incógnita que deba descifrar el pescador, el hecho de qué cantidades debe uno utilizar para su cebadero en esta época. Gracias a las necesidades que tienen las carpas en estas fechas, podrá uno atenerse a la frase “mucho será poco” y no deberíamos preocuparnos por haber arrojado un exceso de cebado a las aguas ya que en cuestión de poco tiempo será arrasado todo nuestro cebado por una necesidad básica de supervivencia. El único factor que a nuestro parecer si habría que tener en cuenta, es el de ir reduciendo la cantidad de cebado, conforme nos adentramos de Octubre a Noviembre y Diciembre, factor que nos indicarán los peces con el descenso progresivo de picadas, actividad y temperatura de las aguas. Resulta habitual en muchos pescadores, la costumbre de cebar con una cantidad prefijada de cebo, es un fallo a nuestro parecer que luego pasa factura en forma de nefastas jornadas de pesca.
Variedad de temperaturas
Es sabido que los ciprínidos no son de sangre caliente y como consecuencia del enfriamiento de las aguas, su actividad corporal se reduce en un alto porcentaje. No hay que dejarse engañar por el clima exterior durante estas fechas, recordando que las grandes masas de agua tardan más tiempo en enfriarse, un factor a tener en cuenta durante el mes de Noviembre, en el que las bajas temperaturas que los pescadores soportamos, poco tiene que ver con la de las aguas que nos disponemos a pescar. Estas, tendrán unos grados más de temperatura y una respetable actividad por parte de sus peces, hasta que finalmente desciendan del todo en el mes de Enero.
Artículo realizado por: Eduardo Zancada
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