LAWCARP

Bienvenidos a mi rincón del carpfishing, lugar de rebeldia que tiene como destino mostrar la desconexión absoluta del mundo real. Integrados en la naturaleza de la que formamos parte ( hoy en día parece que nadie se acuerda) reivindico mediante el carpfishing mi lugar en ella. Porque las carpas no mienten ni hacen trampa, no pueden ser sobornadas con el dinero ni impresionadas con el poder y responden únicamente a la humildad, la quietud y la infinita paciencia.







domingo, 27 de octubre de 2013

TEMPORALES DE OTOÑO

Este fin de semana pasado nos visitó nuestro amigo Craig, viajó en coche desde UK con muchas ganas de capturar su primera carpa española. A pesar de tener todo bien preparado y precebado para que saliesen peces en nuestra sesión, el otoño es una época muy caprichosa en la que puede suceder cualquier cosa.



Personalmente, me encantan los cambios bruscos de temporal para el carp, un buen chaparrón de agua de unas horas, puede activar a los peces, oxigenar las aguas e incitarles a comer de un forma sorprendente, arreglando cualquier sesión de pesca. En nuestra sesión que duró tres días (o iba a durar) nos encontramos con un primer día de tiempo estable, sol y mucha actividad de los peces. Las capturas se sucedían con regularidad y picos de actividad con momento de calma, entrando los peces al Source como debe de ser, claro está, que hablamos de un boilie top one y no suele fallar. Después del segundo día la cosa se torció y de que manera, llegó un temporal de otoño, el primer coletazo estival. Se suponía que llovería un poco, pero no fue así, no sé la cantidad de litros que cayeron por segundo y metro cuadrado, pero fue un desastre. Tuvimos que guardar todos los equipos en medio de un diluvio universal, de forma urgente pues cuanta más agua caía, menos posibilidades teníamos de salir del barrizal de los caminos, aquello no fue normal. Los pronosticos se cumplieron, fue la primera vez en mi vida que recojo el equipo empapado como si hubiese salido de una piscina, todo manchado de barro y en el coche metido a capón.



Eramos cuatro coches (dos de ellos todo terrenos) pues el regreso hasta la carretera fue épico, parecía como si fuésemos con los coches sobre una tarta de merengue, ni los todo terrenos respondían bien. Finalmente, conseguimos llegar a la carretera y estar a salvo. Es lo que tiene esto de las aventuras del carpfishing, nunca sabes lo que sucederá en tu próxima sesión. Finalmente, nos quedamos con el recuerdo de una bonita sesión, con una variedad de carpas de hasta 12kg (al menos fue divertido) y un final feliz que pudo haber acabado algo peor. Os dejo una foto de un momento con buen tiempo.

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