LAWCARP

Bienvenidos a mi rincón del carpfishing, lugar de rebeldia que tiene como destino mostrar la desconexión absoluta del mundo real. Integrados en la naturaleza de la que formamos parte ( hoy en día parece que nadie se acuerda) reivindico mediante el carpfishing mi lugar en ella. Porque las carpas no mienten ni hacen trampa, no pueden ser sobornadas con el dinero ni impresionadas con el poder y responden únicamente a la humildad, la quietud y la infinita paciencia.







viernes, 5 de agosto de 2011

CALUROSO AGOSTO



En estas fechas podemos delimitar otra etapa diferente en la pesca de la carpa, esto conlleva tener que cambiar en muchas ocasiones la forma de afrontar nuestras jornadas de pesca ( puestos de pesca, cebado, profundidad y cebos alternativos).Los meses de julio y agosto no me resultan atractivos de forma personal, si bien, al tener algo de tiempo para el carpfishing, intento adaptarme a la situación que me presenta el medio natural.
Los días se alargan y las noches se acortan en un mundo subacuático donde el alimento natural abunda y la actividad de los peces se refleja en la superficie de las aguas.



-Puestos de pesca:

  El  primer factor a tener en cuenta, será una correcta elección del puesto. Gracias a las temperaturas existentes, la carpa se encuentra con una actividad más que aceptable a través de la que podremos identificar sus recorridos, zonas de descanso y comederos habituales. Una buena forma de localizarlas será ayudarse de prismáticos y templanza en los amaneceres y atardeceres, obteniendo datos bastante precisos de las zonas calientes (por medio de sus burbujeos y saltos). Otra opción sería el uso de una sonda que nos muestre el tablero de ajedrez que hay bajo el agua y sus respectivos peces, pero la forma de localización anteriormente citada suele ser nuestra preferida, sin olvidar que es la más natural y en donde nuestro reto personal con los grandes ejemplares comienza de una forma equilibrada y sin ventajas por parte de ninguno de los dos adversarios.

Una vez localizados escogeremos un puesto de pesca que nos permita cobrar las piezas con comodidad en la medida de lo posible y con un fondo que no atente contra nuestros aparejos. Si estos objetivos no son posibles debido a las características de la zona de pesca, deberemos adaptarnos a la situación como carpistas, disfrutando de la complejidad de las circunstancias y aplicando la estrategia correcta de cebado y montajes a la zona escogida.
Las zonas de embalses y lagos que ofrezcan a las carpas unos grados menos de temperatura, como las sombras de los viaductos o presas, serán puntos calientes en las horas centrales del día, donde el sol se encuentra en pleno apogeo. Por la misma razón, los escenarios con frondosa vegetación o grandes piedras, realizarán el mismo papel de cobijo, sumándose a esto la presencia de alimento natural existente en tales zonas.

-Diversidad en el cebado:

No hay que olvidar que la situación se complica en la selección de los grandes ejemplares en estas fechas. Los pequeños también presentan una gran actividad y habrá que tenerlos en cuenta a la hora de afrontar nuestra sesión de pesca. Un factor determinante en la selección de las grandes carpas, será el uso de cebos de gran tamaño. Nosotros siempre tenemos preparada una caña con un boilie de unos 35mm y a ser posible, un poco apartada del cebadero para tentar al viejo ejemplar desconfiado.

Una posibilidad para la selección de los grandes, será cebar la zona de pesca semanas antes con grandes cantidades de semillas (maíz, cañamón, trigo), de esta forma entrarán

los peces de pequeño tamaño al puesto. El segundo paso será incluir en el cebadero una generosa cantidad de boilies de 20 y 35mm, reduciendo vertiginosamente la cantidad de semillas en la segunda semana de cebado e introduciendo algunas chufas (que solo podrán triturar los grandes peces). El objetivo de esta estrategia, se simplifica en que los pequeños se sacien y atraigan a los grandes, una vez llegados estos, encontrarán los boilies de 35mm y las chufas que las pequeñas piezas no pudieron comer. Si la naturaleza sigue su curso normal, deberían quedar en nuestro puesto los grandes ejemplares a principios de la tercera semana, en donde podremos comenzar nuestra jornada con probabilidades de éxito, siempre que mantengamos el cebado con boilies que seleccionen el tamaño.
Esta idea que nosotros hemos llevado a cabo en más de una ocasión con éxito, variará dependiendo de las características de la masa de agua en la que nos encontremos y por supuesto de la diversidad de tamaños de peces que habiten en ella.



Determinados pescadores, dejan de lado el uso de las semillas (que atraen a las pequeñas piezas) y prefieren centrarse exclusivamente en el uso de boilies, chufas y grandes habas cocidas para lanzarse directamente a por las grandes piezas. Es otra posibilidad que se puede aplicar, pero a nuestro parecer se desestima la utilidad que tiene, el usar a las pequeñas carpas como alboroto y señal de alimento que atraerá a las grandes carpas.

-Profundidad y temperatura:

Este es un tema un tanto complejo ya que no hay nada prefijado por unas leyes del mundo del carpfishing que nos indiquen unas costumbres fijas por parte de las carpas. La profundidad y la temperatura son dos cuestiones importantes que van unidas y no podremos pasar de largo, teniendo en cuenta y de forma paralela en algunas situaciones también, la presión atmosférica.
Si es cierto que existe una costumbre en muchas ocasiones y conforme va aumentando la temperatura en estas fechas, a que se desplacen a lugares medianamente profundos durante el día y patrullen las orillas por la noche, en busca de comida. Me gustaría recordar la idea de que no existen reglas fijas porque no hay nada demostrado con un apoyo científico que nos diga que “eso no pasará”. Como ejemplo de este tema tan complejo para unos e inexistente para otros, puedo recordar una jornada de pesca invernal bajo 0º en la que mi amigo Toño capturó una bonita carpa común a un metro de profundidad, alterando este hecho, la idea general en el carpfishing de que las carpas en el crudo invierno se encuentran aletargadas en las profundidades y casi completamente inactivas, incluso se suele decir que se entierran en el fango en estos periodos de inactividad. Puede que esas normas de la costumbre de la carpa en invierno sean ciertas (tema que trataremos en otros artículos) pero en la situación mencionada creo que no fue así. 

En el mes de junio, en donde el calor no es de momento sofocante en algunos lugares de la geografía española, una profundidad intermedia entre los 5 y 8 metros, será una elección polivalente para tentar a los peces, teniendo en cuenta que en las horas nocturnas aumenta su predilección por alimentarse cerca de las orillas y con el calor del día, prefieren retirarse a terrenos más pronunciados.



-Presión atmosférica
Por último, el tercer factor que afecta de forma paralela a la profundidad y la temperatura, es la presión atmosférica.
 Este elemento es más abstracto que los anteriores y por lo general, mientras no se den condiciones extremas de alta presión atmosférica, nuestras jornadas deberían ofrecernos resultados medianamente exitosos, dependiendo de la variación de los puntos anteriores que hemos tratado en este artículo. Por el contrario, unas bajas presiones atmosféricas en fechas veraniegas, suelen suponer un regalo  para el pescador de carpas que se encuentre en esos momentos en acción de pesca.


-La constancia en el cebado:
Hace unos años, mantuve una charla con un carpista extremeño, sobre la efectividad de las chufas para la captura de grandes carpas. Me comentaba que estaba convencido por completo de la efectividad de estos tubérculos, ya que había comprobado como los grandes ejemplares los buscaban incesantemente en su puesto de pesca. Su conclusión se simplificaba en que había renegado del uso de los boilies porque las chufas le aportaban mejores resultados que estos y conseguía piezas de mayor tamaño. Al final de la charla y como conclusión personal, deduje que su éxito con el citado tubérculo, no se basaba simplemente en la eficacia de este, más bien se trataba de que llevaba sin moverse del puesto de pesca cerca de un año, cebando semanalmente la zona con chufas. Como consecuencia de esa constancia en el cebado, había conseguido con el tiempo llamar la atención de los grandes ejemplares que a su vez habían expulsado de la zona a los de menor porte, consiguiendo un puesto de pesca paradisíaco del que poder disfrutar gracias a una laboriosa constancia en el cebado y que sin darse cuenta, era la culpable de tal reluciente éxito.
Podemos atribuir a las chufas, determinadas propiedades beneficiosas para la pesca de la carpa, pero se debe saber que un uso abusivo de estos tubérculos pueden provocar daños renales en las carpas si se utilizan de forma abusiva, sobre todo en fechas invernales.
Como conclusión, habrá que saber conjugar los factores nombrados en este artículo para poder obtener el éxito, mediante su localización, una correcta estrategia de cebado y un aparejo que presente un cebo adecuado para conseguir un gran ejemplar en estas fechas calurosas.





Artículo realizado por: Eduardo Zancada

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